Mi Génesis personal
Y si, apenas hace unos meses mi vida estaba en el punto más álgido del caos absoluto en muchos sentidos.
Al igual que en las primeras líneas del Génesis, mi vida estaba desordenada y… aunque cueste admitirlo: vacía y con cierto matiz de tinieblas, secuela de una crisis existencial de finales de 2020 y principios del 2021.
El año 2020 (en contraste con la experiencia del 99.9% de la población) fue un año de plenitud emocional, espiritual y personal ya que el encierro me llevó a una especie de cápsula en el tiempo que enmarcó lo que fue probablemente la mejor y más productiva etapa de mi vida en muchos ámbitos.
Pero como suele suceder en los mejores guiones, casi a finales del año comenzó a sonar tímidamente la música incidental que anunciaba un giro brusco de la historia, casi imperceptible pero en un perfecto in crescendo que al llegar a la intensidad más alta…atestiguó mi estrepitosa caida.
Desde entonces viví en piloto automático, con la esperanza de algún día poder levantarme pero sin mover un solo músculo. He pasado por otras crisis pero nada fuera de lo “estandar” o quizá, después de aquello ya no cualquier crisis lo parece.
Y asi, dejándome llevar a donde la corriente me llevase, todo estaba colapsando hasta hace más o menos 4 meses, cuando de repente comencé a tener sueños extraños, pistas, insinuaciones de lecturas que venían desde arriba.
¿Cómo se que venían desde arriba? Bueno esto no es nada nuevo para mi, ni desconocido. Sin importar que es lo que esté viviendo siempre ha habido una conexión fuerte con la que “entiendo” por donde es el camino y hay confirmaciones luego de empezar a andar. Por su puesto no creo ni he creído nunca en “casualidades” pero si que he caminado en milagros y ya habrá oportunidad de platicarlo por aquí.
De pronto un día, entre señales, lecturas, sueños, insinuaciones y confimaciones todo me fue trayendo aquí, a empezar este proyecto por lo menos al inicio con reflexiones cortas sobre la porción semanal de la biblia que en judaísmo se llaman parashiot (porciones en plural) o parashá (porción) semanal de la Tora.
Cada año se comienza un nuevo ciclo de lecturas semanales desde Bereshit (en el libro de Génesis) hasta Vezot Habrajá (en el libro de Deuteronomio) la última porción del último libro de la Torá (la Torá, también conocida como El Pentateuco o los 5 libros de Moíses) en el Tanaj (o como se le suele conocer popularmente “Antiguo Testamento” que en realidad no es “Antiguo” y tampoco existe uno “Nuevo” en el judaísmo).
El título de este post es significativo porque parte crucial de mi noche oscura del alma de hace 5 años, fue mi descubrimiento de la Torá eterna y sus enseñanzas atemporales, agua fresca de la puedes beber y refrescarte “no importa cuando leas esto” como dicen los memes jajaja.
Un día de repente pasé de modo zoombie a entender las señales que mi Director Técnico, Hashem, me estaba haciendo mientras voletaba a verme a la banca:
¡Comienza a calentar!
Antes de adquirir este sitio, escribí unos bocetos y algunas imágenes que no publiqué, fueron para hacer calentamiento y debo admitir que el primer escrito lo terminé llorando porque removió muchas cosas en mi, luego las piezas gráficas (nada profesional, era humor de Torá) y volví a sentir que respiraba, me sentí viva de nuevo.
Fue por ahí de la parashá/porción de los espías y la de Koraj…uff! ¡Koraj!…
También conocido como Coré: un personaje que este año se volvió significativo para mi, ya lo conocía pero no habíamos hecho clic y, hay también un proyecto con su nombre en mis pendientes pero ahora es muy pronto…
Hace aproximadamente 4 meses, mi vida era un caos, oscura y vacía…sin rumbo y sin embargo, tal como Génesis 1:2:
“…pero el espíritu de Dios se movía sobre la superficie del agua.”
Si, Él se movía sobre mi caos y con tierno cuidado: comenzó a ordenarlo. Este es mi Génesis, mi Bereshit personal.
Los rabinos explican que ¡por supuesto que Dios podría haber creado todo en un instante! y ante la evidente pregunta ¿y por qué no lo hizo así? la respuesta es:
Justamente para enseñarnos a nosotros, Su creación más peciada, que para salir de la oscuridad, sin importar cuan caótica sea la situación en la que te encuentras, hay que dar un paso primero, un pequeño paso y asi cada vez…
También nos explican que la Craeción fue a traves de diez enunciados, de los cuáles el primero fue:
“Dijo Dios: “Haya luz”, y la luz cobró existencia.” Génesis 1:3
¿Y por qué tuvo que expresar, hablar cada vez?
¡Para enseñarnos la importancia de las palabras! que tienen peso, que crean mundos, realidades… todo esto que ahora “enseñan” filosofías de pensamientos “nuevas” ya nos estaba mostrado en el principio.
Y piensa esto, de toda la creación, nosotros, el ser humano: somos los únicos a quienes nos otorgó el privilegio de hablar, de expresarnos con palabras, canciones, historias…¡wow!
Si, somo hechos a Su imagen y semejanza…este blog es mi primer enunciado, eventuallmente será, con el favor de Dios, un sitio web completo con varias secciones y más adelante otros proyectos que me ha indicado en este tiempo de reconstrucción en mi vida.
Por ahora hasta aquí…no quisiera extenderme más (no acabaría) le doy Gracias a Hashem por esta nueva oportunidad, por los nuevos comienzos, por Su paciencia conmigo y por haber volteado a la banca agistando las manos y gritarme
¡Levántate a calentar!
Y hoy justo en el nuevo comienzo de un ciclo de Torá, en el primer mes hebreo del año 5786 (Tishréi), en el primer libro y primera porción:
¡Hoy dejé la banca y entré al juego!
Espero que puedas venir a verme jugar y compartir pensamientos, reflexiones, chistes o algo que quieras contarme de tu vida.
Por ahora te paso el balón:
¿Hay alguna parte de tu vida que necesite un Génesis?
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