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  • Hoy dejé la banca y entré al juego…

    Mi Génesis personal

    Y si, apenas hace unas semanas mi vida estaba en el punto más álgido del caos absoluto en muchos sentidos.

    Al igual que en las primeras líneas del Génesis, mi vida estaba desordenada y… aunque cueste admitirlo: vacía y con cierto matiz de tinieblas, secuela de una crisis existencial de finales de 2020 y principios del 2021.

    El año 2020 (en contraste con la experiencia del 99.9% de la población) fue un año de plenitud emocional, espiritual y personal ya que el encierro me llevó a una especie de cápsula en el tiempo que enmarcó lo que fue probablemente la mejor y más productiva etapa de mi vida en muchos ámbitos.

    Pero como suele suceder en los mejores guiones, casi a finales del año comenzó a sonar tímidamente la música incidental que anunciaba un giro brusco de la historia, casi imperceptible pero en un perfecto in crescendo que al llegar a la intensidad más alta…atestiguó mi estrepitosa caida.

    Desde entonces viví en piloto automático, con la esperanza de algún día poder levantarme pero sin mover un solo músculo. He pasado por otras crisis pero nada fuera de lo “estandar” o quizá, después de aquello ya no cualquier crisis lo parece.

    Y asi, dejándome llevar a donde la corriente me llevase, todo estaba colapsando hasta hace algunas semanas cuando de repente comencé a tener sueños extraños, pistas, insinuaciones de lecturas que venían desde arriba.

    ¿Cómo se que venían desde arriba? Bueno esto no es nada nuevo para mi, ni desconocido. Sin importar que es lo que esté viviendo siempre ha habido una conexión fuerte con la que “entiendo” por donde es el camino y hay confirmaciones luego de empezar a andar. Por su puesto no creo ni he creído nunca en “casualidades” pero si que he caminado en milagros y ya habrá oportunidad de platicarlo por aquí.

    Y asi entre señales, lecturas, sueños, insinuaciones y confimaciones todo me fue trayendo aquí, a empezar este proyecto por lo menos al inicio con reflexiones cortas sobre la porción semanal de la biblia que en judaísmo se llaman parashiot (porciones en plural) o parashá (porción) semanal de la Tora.

    Cada año se comienza un nuevo ciclo de lecturas semanales desde Bereshit (en el libro de Génesis) hasta Vezot Habrajá (en el libro de Deuteronomio) la última porción del último libro de la Torá (la Torá también conocida como Pentateuco o los 5 libros de Moíses) en el Tanaj (o como se le suele conocer popularmente “Antiguo Testamento” que en realidad no es “Antiguo” y tampoco existe uno “Nuevo” en el judaísmo).

    El título de este post es significativo porque parte crucial de mi noche oscura del alma de hace 5 años, fue mi descubrimiento de la Torá eterna y sus enseñanzas atemporales, agua fresca de la puedes beber y refrescarte “no importa cuando leas esto” como dicen los memes jajaja.

    Hace algunas semanas mientras vivía en modo zoombie